4.4.06
11.

Ya iba por mi segundo Screwdriver y los holandeses me llevaban como mil cervezas de ventaja... En medio de las risas se nos acercó el camarero. Bueno, está bien. Estábamos medio borrachines, eran casi las 2 am, pero tampoco estábamos haciendo tanto lio. Lo vi venir al nipón pelado, de camisa blanca, tiradores negros, más típico imposible, serio y con el seño fruncido e imaginé decenas de excusas y contestaciones en varios idiomas (menos japonés) para defenderme, defendernos, ganarme definitivamente a la parejita neerlandesa... en definitiva, hacerme el rebelde. El tipo se puso frente a mí del otro lado de la barra y me señaló. Nos miramos en silencio. Los holandeses se miraron entre ellos y se sumergieron en sus porrones de cerveza. Y el tipo habló.
-Iú. Fon.
No dije nada y lo miré con cara de "en qué idioma me estás hablando?". El tipo repitió.
-Iú. Fon!-, siguió con su cara de samurai ,-Telefón, iú, roy. Telefón- y obviamente señaló al teléfono que estaba descolgado en la otra punta de la barra.
Ahhhhhhhhhhh!!! Ahora sí. Capo el japo. Les dije en inglés a los holandeses que tenía una llamada, que ya volvía, y me fui a atender.
Al levantar el tubo escuché un ruido muy fuerte. Como de televisor encendido pero sin señal. Ruido blanco. Y una especie de música, y una voz muy lejana. Alcancé a distinguir pocas palabras en lo que fue casi un telegrama hablando. "Roy, Raf, bar, fog, fiesta, Walken, loco, fog, Christopher, 31, edificio, Starbucks, Mario Baracus, 31, Starbucks, Mario Baracus, Mario Baracus."
Creí haber entendido de qué se trataba el llamado de Raf, y fui a comentarles a mis nuevos amigos. Obviamente cuando llegué a ellos me había olvidado la mitad de las palabras, pero pude comentarles que había una fiesta a un par de cuadras, si querían venir. Aceptaron, se terminaron sus respectivas cervezas, y me dijeron que espere un segundito. Ella sacó un celular y habló en holandés. En cinco minutos se sumó al grupo una morochita divina. Se saludó con un pico con la rubia, con un pico con el rubio y se quedó ahí. Me presentaron y no tardé mucho en darme cuenta que había confianza suficiente como para partirle la boca.

roy

2 comentarios:

ezaricos dijo...

Está muy entretenido tu blog. No quiero que se acabe. Lástima que sólo son 2 días.

I
Iú fon!!!!

. dijo...

dos días???