30.3.06
4.
Un tarado, como casi todos. O la gran mayoría. Primero que por qué viajaba, después que cuándo volvía, si iba a otros lugares... Qué te importa loco!!! Sellame el maldito pasaporte y listo, qué tanta pregunta, no me estoy escapando de nada, no me busca la Interpol, ni la Side, ni el Sindicato de Camioneros... Y es que estaba sentado en mi cómodo sillón de bisnis clas y todavía tenía bronca por el ¿oficial?, no, empleaducho de Aduanas... Raf había aguantado 16 minutos sentado, y luego desapareció hacia Primera, o el baño, o se había enredado con una aeromoza... no sé, no me importaba, el viaje sería largo... justamente por eso, ya habría tiempo para dormir, contracturarse, pedir bloddy marys, naipes, y todas las pavadas que se nos ocurran con tal de molestar a la mayor cantidad de gente posible... y sí, loco... en todos los vuelos siempre hay un molesto y siempre lo han molestado a uno. Este viaje sería mi pequeña venganza hacia todos los que alguna vez se agarraron de mi asiento, lloraron incansablemente, pedían ir al baño cada 3 minutos y volcaban cuánto líquido les servía. Entonces me paré, me choqué con una azafata oriental a la que le toqué un poco la cola, le dije un piropo, me sonrió y siguió hacia adelante. Yo, corrí la cortinita que nos separaba de la chusma, y me fui pal fondo del avión donde estaban las estudiantes suecas con las que obviamente ya había entablado relación en el aeropuerto. Objetivo: sexo, sino cuál otro. ¿Dónde? Ah, no sé. Bajo una frazada en mi asiento, en el baño, veremos.

roy
28.3.06
1.
-Two tickets to Tokio-, le dije a la minita del mostrador. La japonesa estaba muy buena, y como todas, sonreía... Raf había llegado al aeropuerto hace un rato, y ya lo había perdido entre pasajeros de último momento, niños llorando y un grupito de estudiantes universitarias de intercambio de suecia. Está bien. Vale la pena perderse entre las chicas estas, pero bueh... De repente una mano me alcanzó el pasaporte de Raf. Se lo presenté a la japonesa del mostrador, hizo los trámites necesarios, le tiré unos galgos, que obviamente rebotaron, y luego de unos minutos, ya tenía los dos boletos para tokio, clase busisness, para dentro de 3 horas.

roy.