30.6.06
42.
Unas horas antes de llegar a nuestro destino el tren paró en una pequeña estación de un pequeño pueblo que jamás recordaré. Aunciaron que debían esperar unos vagones-cargo que tenían que llevar a Bombay. Tiempo mínimo de espera hasta que llegue el convoy, los enganchen y el tren esté listo para partir nuevamente: 2 horas. La mayoría del pasaje decidió quedarse y continuar con su vida dentro de los vagones. Obviamente, con lo inquieto que es, apenas el tren había dejado de moverse, Raf ya estaba caminando por los tablones del andén. Miré unos segundos por la ventanilla. Tal vez esa estación perdida en el medio de la selva o lo que sea que haya por ese lado, fue una linda aproximación a la India. Digo linda porque me sorprendió y me gustó no toparme de golpe con lo que uno supone de antemano acerca del país. En esa estación no habían cientos de gentes caminando en todas las direcciones, ni vendedores ambulantes sentados en el piso, ni vacas sueltas, ni taxis humanos. Detuve la vista en un pequeño banco de madera en un borde del andén, debajo del nombre de la estación. La imagen me gustó y busqué la cámara para fotografiarlo. Cerré el camarote con llave y bajé del tren.

roy

1 comentarios:

ezaricos dijo...

¿Dónde puedo ver estas fotos? Quiero ver a una vaca suelta viajando en un taxi humano.