5.10.09
69.

Nunca supe cómo Raf había conseguido gratis la habitación en el Corinthia, pero sólo sabía que teníamos 3 días más ahí, y luego deberíamos buscarnos otro lugar.

Cuando entré a lobby no lo podía creer. En el mail me había dicho que el hotel era groso, pero nunca me imaginé algo así. El edificio es un clásico palacio europeo, muy amplio, ampuloso, ostentoso. Me quedé unos segundo en medio del hall admirando el atrio central, llevando la mirada hacia arriba por los seis pisos hasta llegar al techo de vidrio. Asombroso.

En el help desk de la entrada ya sabían quién era yo. El conserje me saludó y me dio la tarjeta de la habitación. No más explicaciones. Se dio cuenta que no estaba de humor y mi cansancio me dominaba. Simplemente me indicó qué ascensor tomar y que cuando quiera que baje y él me contaba acerca de las instalaciones y servicios del hotel. Ah, también me dijo que Raf me había dejado un mensaje. Si quería me lo daba en ese momento, sino más tarde. No era urgente. Le dije que más tarde, le agradecí y en menos de 4 minutos ya estaba en la habitación, durmiendo en la cama más próxima a la ventana que daba a Erzsebét.

roy.

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