8.8.10
78.

Me acompañó por amplios pasillos decorados con pinturas de personas que nunca en mi vida había siquiera oído hablar y vitrinas repletas de copas y porcelanas. Al subir unas escaleras de mármol recordé el incidente de la tarde y con una mano la tomé a ella, y con la otra me guié por la baranda.

Al llegar a lo que sería nuestra habitación (la de Raf y la mía), se soltó de mi mano, me dijo algo incomprensible con una hermosa sonrisa y señaló hacia el final del corredor donde una estatua de lo que parecía una diosa griega protegía las dos puertas a sus costados.

La abracé, olí su pelo, le di un beso en la mejila, night-night y entré, solo, al cuarto que nos habían asignado. El ruido la puerta al cerrarse retumbó en la habitación. Las dos camas estaban vacías.

A Raf lo había perdido después del Dobosh. Se había retirado del comedor con "Rachel" sin terminar el postre, con un habano y un vaso del líquido verde. "Ya vengo" alcanzó a decirme.

roy.

1 comentarios:

Contratar Actos de Presencia dijo...

Solo leer estos posts para transportarme por un buen rato. Vuelve a escribir x favor, se extrañan todas estas publicaciones!